miércoles, 11 de mayo de 2016

Desde el origen, nuestro código

¡Espero que estés de lo mejor!

La enorme gama de especies que existen es impresionante, desde los animales más pequeños a los más grandes, todo ellos tienen características que los hacen únicos pero hay aún más, empezamos viendo a un individuo, a cualquier organismo que te imagines, éste tiene un código que se ha tardado millones de años en formarse y el cual contiene todo su ser, lo contiene a él y a toda su especie. Su código genético. En él se encuentra información que le fue heredada por su padres, es una combinación de ambos pero este individuo tiene sus propios rasgos y tiene por igual a sus semejantes, y aunque comparte varias características con ellos, nunca serán los mismos. Siempre hay algo que nos hace diferentes, únicos en este universo. Al conjunto de semejantes de este organismos se le conoce como especie y existen un sinfín de combinaciones posibles para crear a otro individuo de la misma especie debido a la diversidad de código genético que existe y esto provoca que también exista una diversidad en las  especies.

Dado un ambiente, en él podemos encontrar especies que viven ahí. Ya  sea en un ambiente acuático o terrestre, conviviendo entre sí para ayudarse mutuamente, independientemente si lo hacen consciente o inconscientemente. Estas especies hacen rico a nuestro planeta y todos colaboramos de alguna u otra manera para que se lleva a cabo los diferentes procesos que permiten la vida en la Tierra. Y al haber muchas especies se necesita de diversos ecosistemas, generando así la diversidad de ecosistemas. Estos ecosistemas dan a través de los años las caracteríticas que las especies necesitan para poder sobrevivir. Las especies somos obligadas a adaptarnos conforme nuestro entorno se modifique. Algunas no logran adaptarse y desaparecen pero las que los logramos mejoramos genéticamente y por ende a la especie. Estas adaptaciones a lo largo se convierten en la evolución y nuestra especie tiene nuevas características que son muy diferentes a las que solíamos tener. Continuámente estamos mejorando y gracias a nuestro ecosistema y a las especies con las que convivimos, deberíamos de cuidarlas más y saber que tenemos que compartir nuestro entorno con algunas especies que también lo necesitan. Destruir los entornos para el bien propio es un impacto negativo para todos aunque no lo notemos a primera instancia pero tarde o temprano repercute en algo que en verdad notemos. 

Imagen de www.biocomerciocolombia.com

Nosotros no podemos vivir aislados en ambientes modificados para nuestra comodidad.

Hemos hecho por varios años diversas actividades que destruyen a la flora y fauna del planeta, inluyéndonos, pero aún tenemos algo de tiempo para poder modificar el destino que nos hemos buscado y orientarlo a un mejor final. De todas formas si causamos nuuestra propia extinción la Tierra tarde o temprano se recuperará así que es mejor que la empecemos a ayudar porque la necesitamos más de lo que ella a nosotros.


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